Reseña│El Cuento del Lobo, Noa Xireau
¿Quién podría haberle avisado de que un simple baile, joyas y gemas preciosas podrían cambiar todo su futuro… de nuevo?
A Belén nunca le había gustado el cuento de Caperucita Roja, de hecho, lo odiaba. Estaba hasta las narices de que la compararan con una niñata tonta y caprichosa con capa solo por tener el cabello cobrizo. Era huérfana, las flores le producían alergia y ver un lobo de lejos la habría hecho salir huyendo o sacar una escopeta para matarlo. Probablemente, lo segundo, porque si algo había aprendido de su secuestro en la otra dimensión era que cualquier cosa era posible, y solo Dios sabía en qué más podía convertirse una de esas bestias peludas con colmillos y ojos luminosos.
Puede que, si no le hubiera tenido tanta tirria al dichoso cuento de Caperucita, se hubiera dado cuenta del mensaje que escondía: «No te desvíes de tu camino y ve derecho a tu destino»; pero ya era tarde para eso. Solo ella podía acabar encerrada en la celda de un apestoso sótano con un chucho gruñón como única compañía, en tanto que sus sueños seguían siendo invadidos noche tras noche por el único hombre capaz de convertir el odio en la pasión más desenfrenada y el desdén, en pura necesidad.
RESUMEN
De regreso en su dimensión, Belén intenta rehacer su vida lejos de Cael y de su familia de vampiros, pero su plan no sale como ella quiere y termina presa en la mansión de los magos. Durante su tiempo de cautiverio, la traición y los abusos a los que es sometida hacen que su mundo se quiebre y ella se derrumba al comenzar a recordar lo que vivió en su niñez .
Mientras pasa sus días en una lúgubre celda, conoce a dos niños huérfanos que sufren de maltratos, por lo que se convierte en su prioridad sacarlos de ahí y no dejar que el orfanato donde vivió siga abusando de los menores.
Con la ayuda de Cael, su familia y aliados, Belén y los niños son rescatados pero sólo para volver a ser víctimas de una vieja enemiga que busca venganza contra toda la familia de Azrael. En la lucha por sobrevivir, Belén finalmente descubre quién es y un secreto que se había mantenido oculto, incluso para ella misma.
Sin embargo, hay otra situación que Belén debe enfrentar y es ser la shangrile de Cael; aceptar significa regresar a la dimensión de la cual escapó, o rechazarlo y continuar con su vida en este mundo.
OPINIÓN PERSONAL
Lo primero que tengo que decir es que El Cuento del Lobo no es lo que yo esperaba, no me gustó pero tampoco me desagradó.
A diferencia de El Cuento de la Bestia (que no podía parar de leerlo), este historia no me provocó querer leerla con desesperación.
Recordarán que el libro 1 terminó con Anabel quedándose con Azrael en su dimensión mientras que Belén y Laura escaparon a su mundo... bueno, El Cuento del Lobo, cuya base es el cuento de Caperucita Roja, se centra en la relación de Belén y Cael y como éste último va en busca de su shangrile; la historia por tanto se centra en ellos dos, algo que debo decir, es acertado, ya que como sabemos el cuento de Anabel ya había terminado y tuvo su final feliz.
Bien, comencé a leer el libro y al llegar al 25%, todo lo que había leído, me aburrió; no pasaba de tener a Belén encerrada en la celda y a Cael transformado en Lobo cuidando de ella. Así que veíamos una y otra vez a una Belén que se quebraba poco a poco y que revivía su tormentoso pasado, mientras que Cael no dejaba de repetir "Mi Shangrile" "Mi Shangrile" "Mi Shangrile", una y otra y otra vez. No había una línea en la que no dijera "Mi Shangrile".
Punto a favor para la autora fue el dejarnos conocer el pasado de Belén, y que gracias a ello nos hace entender porqué su relación con el Orfanato y con los niños que están ahí dentro, pues vaya sorpresa, ella era uno de ellos, era una niña especial.
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| Foto: Pinterest |
A mi ver, en algunas ocasiones la historia rayó en lo absurdo. Me refiero a escenas como cuando se descubre que Belén es un Ángel Vengador. Otra. Los vampiros vestidos de enfermeras y peor aún, que el propio Rey permitiera que realizaran el show al que fueron sometidos.
Una más es que, no se cómo, pero sin importar la situación, Belén siempre terminaba desnuda, con peligro o sin él, con lucha o sin ella, en paz o sin ella... ¿En serio?
¿Qué me hubiera gustado ver?
Aquí voy a resaltar algo que me encantó y es el personaje de Aaron, vaya que me hubiera gustado ver un triangulo amoroso entre él, Belén y Cael. La historia iba que volaba para allá y de repente todo murió. Si quiero ver más del personaje de Aaron; no siempre se tiene a un hombre mitad Gárgola mitad Sirena y que además podría enfrentarse contra un Vampiro.
Desde el primer libro me he quedado con ganas de saber más sobre la Reina Madre Sheila y sobre Neva, la primera me parece demasiado seria en cuyo interior guarda miles de secretos y que creo no todos podrán ser para bien.
En cuanto a Neva, creo que es el personaje mejor construido, una bruja niña envuelta en el misterio, que siempre habla con acertijos, poderosa y que infringe respeto, admiración y miedo.
En cuanto a los personajes principales...
Belén. No se si el hecho de que la odiara se debe a que el personaje fue bien construido o todo lo contrario. Lo cierto es que no dejaba de ser insoportable e hipócrita y hasta patética; jamás sentí empatía por ella y peor aún cuando descubre que es un Ángel Vengador.
Su personaje me hacía sentir que emitía una vibra negativa y que, incluso por eso, los demás personajes no la querían.
Cael. Un vampiro seguro de si mismo, de lo que quiere y de lo que hará para conseguirlo, sin embargo, llegué a sentir parte de su actuar un poco falso, exagerado cuando se trataba de Belén.
Sinceramente su desarrollo no me gustó mucho.
Un libro que para continuar la saga está bien, sobre todo para conocer más de cerca a Belén y Cael, pero sinceramente no creo que vuelva a leerlo.
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