Ana da Silva siempre asumió que moriría joven, pero nunca esperó que fuera a manos de Famine, el inquietante inmortal que una vez le perdonó la vida hace tantos años. Pero si el jinete la recuerda, no debe importarle, porque cuando se encuentra cara a cara con él por segunda vez en su vida, es apuñalada y dada por muerta, solo que no muere del todo. Si hay alguna cosa en la que la hambruna es buena, es crueldad. Y cómo se lo merecen estos malditos bastardos. 

Por mucho que lo intente, no puede olvidar lo que una vez le hicieron. Pero cuando Ana, un fantasma de su pasado, lo acorrala y le promete dolor por lo que le hizo tan recientemente, ella y sus amenazas vacías lo cautivan, y él decide mantenerla cerca. A pesar de sí mismos, Ana y Famine se sienten atraídos el uno al otro. Pero al final del día, los dos son enemigos. Nada cambia eso. Ni un acto amable, ni dos. Y definitivamente no unas cuantas noches ardientes. Pero enemigos o amantes reacios, si no se detienen pronto, el cielo lo hará.

                                                 

Seré muy honesta sobre Famine. Me ha gustado, pero no me ha encantado, y la verdad esperaba con todo mi ser poder amar este libro, porque he amado los dos anteriores y porque lo esperaba con muchas ganas, pero tristemente no ha sido así.

Famine, el tercer jinete del apocalipsis continúa con su propósito divino de acabar con la humanidad, propósito al que dos de sus hermanos renunciaron: Peste y War.

Es el año 24 de los Jinetes, Famine se encuentra recorriendo Brasil; a su paso los cultivos mueren al igual que las personas, no sin antes instalarse en alguna ciudad y pedir tributos. Al llegar a Laguna se reencuentra con Ana da Silva, una joven quien años atrás le salvó la vida, pero que ahora no recuerda ni reconoce, y quien ahora es mostrada ante él como ofrenda, pero Famine la rechaza y en consecuencia Ana es apuñalada hasta la muerte, sin embargo ella no muere, y tras recobrar la conciencia y las fuerzas parte en busca del jinete para cobrar venganza.

Tras varios días de búsqueda y de seguir su pista, Ana finalmente encuentra a Famine, pero su plan para hacerlo pagar por lo que le ha hecho no resulta como ella esperaba, en cambio, él ha decidido mantenerla cautiva tras recordar lo que cinco años atrás sucedió y lo que ella hizo por él, sin embargo el odio que siente hacia él es tan grande que buscará la manera de detenerlo pero, muy a su pesar, en el proceso descubre el gran resentimiento de Famine hacia los humanos y el odio que día con día crece en su ser, así Ana rápidamente es testigo de la crueldad del jinete y del sufrimiento que puede infligir a los humanos.

Mientras los días pasan y ambos recorren las ciudades de Brasil un sentimiento florece en ambos, pero Famine no quiere ni tiene deseos de perdonar a la humanidad aún cuando Ana es uno de ellos, lo que sin duda supone un obstáculo para los dos. 

Con dos jinetes que han renunciado a su propósito y con un tercero teniendo dudas acerca del suyo, el cuarto y último jinete, Death, despierta de su largo sueño y llega a la tierra, pero Death no es como ninguno de sus hermanos y buscará a toda costa que Famine continúe con su deber, no importa lo que cueste y por ende orillando a Famine a tomar decisiones drásticas para conseguir lo que quiere.

Mi opinión:

La historia de Famine, considero es buena, el desarrollo sin embargo no me ha gustado y debo admitir que el 75-80% de este libro, me aburrió demasiado, la lectura para mí resultó tediosa y lenta, peor aún, sin chispa a diferencia de los libros pasados, tanto así que literal tardé un mes entero en completar la lectura. 

Los personajes:

Famine, es un personaje que tiene muy marcada su personalidad, un jinete con un pasado que lo atormenta, un pasado lleno de tortura, sufrimiento y dolor a manos de los humanos, lo que lo ha convertido en un ser cruel y despiadado, siendo peor que sus hermanos; es alguien que no perdona y que no se detiene, destruye ciudades enteras a su paso y exprime la vida de cada personas que se encuentra en su camino, ya sea a manos suyas gracias a su guadaña, a sus plantas o por aquellos hombres que le han jurado lealtad.

En cuanto a Ana, es una joven quien al verse sola y desprotegida se dedicó a la prostitución, hasta que, llevada ante Famine es apuñalada hasta casi morir, pese a su deseo de venganza, la bondad y gentileza que la caracterizan no ha desaparecido, pero situaciones extremas la convierten en una mujer fuerte y decidida.

A mi ver, dos personajes de contraste y que se complementan el uno al otro, pero que sin embargo, nunca me creí su amor. No sentí que esta pareja tuviera química y en algunas ocasiones la relación parecía forzada y sosa. En otras ocasiones se volvía repetitiva, Ana siempre, en cada línea haciendo énfasis a su antigua profesión y relacionando todo con ello. Famine en contraparte parecía un sádico alcohólico... oh sí, Famine tenía un serio problema con la bebida. Y aún así, no me creí sus personajes. Algunas veces faltos de carácter y otras sobreactuados.

No puedo decir con total seguridad que es lo que le faltó a esta historia, porque no lo sé, pero doy por sentado que sí le faltó algo. Me cuesta trabajo creer que este, el tercer libro de la saga, haya sido escrito por la misma Laura Thalassa, quien nos dio dos libros previos que en lo personal, me hicieron sufrir, reír e ilusionarme, me hicieron emocionarme con cada capítulo y me hicieron enamorarme de sus personajes, cosa que no sucedió con Famine. 

Sin embargo, los últimos capítulos del libro me resultaron muy buenos, la historia toma un giro que no vi venir y que al final resulta muy agradable gracias a la llegada de Death. Con el cuarto jinete en escena, el ritmo del libro se vuelve rápido y sumamente emocionante dándonos unos de los mejores capítulos no solo de este libro, sino de todos. Y esto en gran parte se debe a la gran expectación que ha venido creando Death desde sus efímeras apariciones en Pestilence.

El cierre de Famine es realmente increíble porque literal Laura nos deja con dudas y queriendo saber qué pasará, porque de entrada, nos da el adelanto de lo que podría ser una inminente reunión de todos los jinetes, y yo en lo personal estoy más que deseosa de volver a ver a Peste o a Victor.

¿Lo recomiendo? Si, definitivamente sí, más por el final ya que los últimos capítulos realmente valen la pena y ver a Death en acción, desplegando su poder es sublime.